Oh, Esperanza, tirana maestra, que al colarte furtiva en mis letras Agotaste con ello mi inocencia. Pobre estratega improvisada de una casa de muñecas, Donde continúas vagando como secundaria de un sueño. Dibujas mis ojeras y disfrazo mi cuerpo para no cargar La huella de mi pesada culpa. No escucho tu voz, pero siento tu … Sigue leyendo ODA A LA ESPERANZA